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Primer año para este festival en la localidad de Foz, en la mariña lucense, que se puede resumir en esta edición como un buen festival con poca gente. 

 

El recinto del festival fue ubicado en el puerto de Foz, por lo que la población, con todos los servicios necesarios: bares, restaurantes, comercios, etc..., podías encontrarlos pegados al festival. El suelo era de cemento y sin lugares de sombra ni para sentarse. La sombra no hizo falta porque ya se encargaron las nubes de ello. En el interior del recinto había una serie de cabinas de baños con lavabo, muy buenos, y suficientes. En ningún momento vi a más de 3 personas esperando a la vez. Una carpa techada para la barra del bar muy grande, que quedaba llena pero no abarrotada, con bebidas de todo tipo y también comida. Yo probé la empanada y estaba deliciosa. Otras personas me hablaron de los bocadillos y también les gustaron. Los precios estaban bien: 2 euros la cerveza o refresco y 3 euros el bocata o trozo de empanada.  

El escenario era grande, los juegos de luces muy bonitos, aunque se echaron de menos algunas luces frontales pues algunos grupos se veían todo el tiempo en sombras porque la luz les daba solamente desde la espalda. Y el sonido también bueno y suficiente. 

El espacio asignado a la zona de festival era grande y con el número de gente que fue, que hubiera sido suficiente para abarrotar la sala Capitol de Santiago, aquí parecía que había poca. Y realmente fue poca para la buena oferta que se estaba haciendo: un fin de semana, con el mejor metal de la escena gallega y alrededores además de dos grandes del rock nacional e internacional, con zona de acampada con todos los servicios, al lado de la playa, y todo por solo 20 euros. Eso te lo gastas una noche con pisar la calle. Solo el espectáculo y conciertazo que ofreció Adam Bomb ya compensaba de sobras el dinero de la entrada. Pero de lo que hicieron las bandas os hablaré en los próximos días. 

Los horarios se cumplieron con puntualidad y en general la organización del concierto fue correcta. 

 

La zona de acampada estaba justo al lado del festival, entre árboles y al lado de la playa y con posibilidad de aparcar el coche cerca. También había una cabina de duchas, cerradas y con agua caliente. Muy bien ésto. 

 

El tiempo fue muy bueno. Nublado y fresquito. El primer día llovió a última hora de la tarde una lluvia tan fina que apenas se notaba y cuyas gotas se veían flotar en los haces de luz del escenario. El efecto quedaba muy bonito. El segundo día no llovió y fue más fresco. Ideal para un recinto sin sombras, porque si hubiera dado el sol y hubiese hecho calor las primeras horas de la tarde hubieran sido duras. Aunque los conciertos empezaban a las 6 de la tarde, ya con el sol de bajada. Esto también te permitía tener el día libre y relajado para dar una vuelta por el pueblo y comer tranquilamente. 

 

En los próximos días hablaré de cada una de las bandas. Permaneced atentos. 

 

 

 

 

 

Festival Hellfoz. Primeras impresiones.

13-14 de junio de 2014

 

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