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SWR Barroselas Metalfest XVI

Barroselas. Portugal.
 

Empezaba el día 1 del SWR Barroselas Metalfest, propiamente dicho, tal y como lo denominan los propios organizadores.Hubo que esperar hasta las seis de la tarde para que la primera banda subiese a uno de los escenarios principales, por lo que dedicamos el día a conocer la pequeña localidad portuguesa y sobre todo sus bares.

The Way of Purity: Comenzamos la tarde con esta extraña banda italiana de death metal que tiene como ideología la liberación de los animales y el exterminio de la humanidad. El bajista llevaba una máscara de cuero en la cara y un bajo de 5 cuerdas y la teclados se había puesto un pañuelo por la cara al estilo de los delincuentes del oeste. Los demás miembros del grupo llevaban la cara al descubierto. La música no está mal pero no aporta nada nuevo. La cantante y el bajista se movían bastante en el escenario con ganas.

Fen: Empezaba el día fuerte, con una banda de Black Metal Progresivo como son los británicos Fen, que formaban parte de la gira europea de Agalloch y que abría el Día 1 en el escenario principal.

Con un escenario sin apenas iluminación, todo muy tenue y oscuro saltó el trío británico, que progresivamente con sus melodías envolventes y sofisticadas lo fueron llenando.

Su vocalista, The Watcher, es el único que muestra más expresividad sobre el escenario, mostrando un gran interés y viviendo lo que hace. Riffs pesados y oscuros, que se ven envueltos en melodías pesadas que invadieron los prados de Barroselas. Melodías muy insistentes, casi en plan machacon de las marchas militares, intercaladas con momentos más lentos y melódicos, donde las guitarras se suavizan.

Los momentos más pesados y blackers se veían compensados por partes más melódicas, por momentos hasta dulces, como en "Of Wilderness and Ruin", uno de los tres largos temas que hicieron.

Un grupo intenso que nos proporcionó un viaje por los mundos más oscuros y complicados y que fue la apertura ideal para lo que íbamos a vivir el resto de la noche.

The Last Shot of War: Siguieron en el escenario 2 en perfecta sincronización con el 1 (que tomen nota los grandes festivales) y con una puntualidad total, este grupo de deathcore procedentes de Bélgica. La verdad es que sus ritmos pausados y decadentes no son propios del deathcore que suele ser mucho más rápido y ágil. Ni tampoco los riff de guitarra melódicos, aunque simples. Eso sí, alternaban con momentos de mayor rapidez. La verdad es que la música es muy simple, sobre todo la batería, pero incluso la voz es muy básica. Su puesta en escena tampoco tiene mayores pretensiones, siendo el cantante el que se lleva todos los méritos de movimiento sobre el escenario.

Decrepit Birth: De nuevo al escenario principal para ver a los americanos Decrepit Birth y su curioso, cuanto menos, vocalista Bill Robinson, que demostró ser un atentico personaje. Con los acordes de "Of Genocide" comenzaron su actuación con un escenario principal que contaba con una de las afluencias más numerosas de la tarde.No engañan a nadie los americanos con sus canciones, del más típico Death Metal, con toques progresivos, pero sobre todo centrados en la particular personalidad del señor Robinson. Con unas pintas psedo hyppies el señor Robinson supo captar todas las miradas hacía su persona y toda la atención iba hacía el.Los brutales riffs que salían de las guitarras de Matt y Chase se cruzaban con la voz rota de Bill Robinson, que ponía siempre especial énfasis en sus movimientos y por muchos momentos parecía estar poseído por la música de su banda. Tuvieron la mala fortuna de no contar precisamente con el mejor sonido y todo sonaba un tanto confuso. "The Infestation”, la más agresiva "A Gathering of Imaginations" o la brutal "Diminishing Between Worlds” formaban parte de un set de los americanos que era de lo más brutal.El final venia con un Bill Robinson que saltaba al público mientras hacía “"Crystal Mountain” ponía el micro a la gente para que cantase.

Brutal actuación de los americanos, con un vocalista que es un verdadero showman.

Pneuma: Una enorme bandera de Costa Rica presidia el escenario de lado a lado, tapando por completo la batería y parte de las pantallas.

Con poca gente de inicio en el escenario dos, aquello se fue llenando poco a poco. Se les veía responsabilizados con la ocasión y su bajista/vocalista comentó que para ellos era un orgullo estar allí, como primera banda de Costa Rica que tocaba en el SWR Barroselas.

Musicalmente su propuesta Heavy Thrash, con toques progresivos fue poco a poco convenciendo a muchos de los presentes, entre los que me incluyo. Un sonido muy potente, con temas muy trabajados y con una estructura bastante cuidada, era su vocalista Antonio Masís el que llevaba el peso del concierto, muy bien secundado por el activo batería Andrés y los convincentes, pero algo estáticos guitarras, José y Daniel. Antonio intentó también hablar en portugués, pero se comunicó con una pequeña mezcla de castellano, portugués e inglés.Andrés a la batería se gustaba y nos regalo todo su arsenal de virguerías con las baquetas. Las partes más progresivas e instrumentales forman buena parte del set de Pneuma, dando muestras de la calidad musical de sus integrantes.

Interesante y polivalente banda, que me convenció sobre el escenario.

Catte Decapitation: Una de las actuaciones de la noche vino con la banda de San Diego, Cattle Decapitation. Muy grandes.

Buena parte de culpa lo tiene el espectáculo que es capaz de crear su vocalista Travis Ryan, que no solo se dedica a dejarse la voz en cada uno de sus conciertos, si no que es capaz de crear un espectáculo en torno a su figura, sus espasmódicos movimientos y sus juegos con sus propios escupitinajos, te partes.

Musicalmente, te ofrecen un Grind Death, con partes más técnicas, pero consiguió crear uno de los ambientes del festival, con pogos constantes, circles en casi todo su concierto y una sensación de fiesta general.

Guitarras pegadizas con mucha distorsión, muchas voces rotas con growls y ante todo mucha actitud sobre el escenario. Repaso a temas como “Kingdom of Tyrants” se permitió el lujo de hacer incluso dos bises.

No hubo tregua en todo su concierto, dando uno de los momentos más intensos y brutales de la noche.

El set list de los americanos fue:

The Carbon Stampede

A Living, Breathing Piece of Defecating Meat

Testicular Manslaughter

Lifestalker

Do Not Resuscitate

Your Disposal

Forced Gender Reassignment

Intro to Carnage

Colon-Blo

Kingdom of Tyrants

Bises:

Projectile Ovulation

Regret & the Grave

Miss Lava: Toca turno a este grupo luso de heavy metal stoner, que comenzaron con "Desert Mind" . Una apuesta totalmente distinta para un festival acostumbrado a lo brutal, pero que tuvo muy buena acogida entre el público. Además estos músicos se lo montan muy bien tanto con el sonido como con la puesta en escena llena de energía. Entre la descarga de temas regalaron al público un cover: "Scum" de Napalm Death, comentando al final Johnny Lee, el cantante, que debían ser muy viejos, dado que nadie conocía el tema en cuestión. Sus riff son quedones y contundentes. Y la música mezcla ritmos progresivos con otros más rockanrolleros de una forma muy bien llevada. Fue un concierto divertido que nos alejó por un rato de la brutalidad de la tarde.

Agalloch: Y sin interrupción pasamos de nuevo al escenario 1 donde se empezaban a escuchar los primeros acordes de una de las bandas esperadas de la tarde, los cuatro de Oregón nos mostraron que lo hacen igual de bien en grabación que en directo. Dicen ellos que son progresivos pero yo digo que son doom hasta las cejas. Desde su música depresiva con bajo y batería marcando unas pautas lentas y oscuras, una guitarra llenando ese espacio y retumbando desde lo más profundo mientras la guitarra de John en un tono muchísimo más agudo parece llorar insistentemente en una melodía totalmente diferente y a la vez totalmente integrada. Larguisimos sostenidos son los protagonistas de cada tema, temas igualmente largos. La voz también lenta, oscura y gutural corre a cargo también de John. La puesta en escena, al más puro estilo doom salen, se plantan en el escenario y no contactan con el público para nada. Don y Jason con guitarra y bajo respectivamente, balanceándose al ritmo monótono de la música sin apenas mirar al público mientras John va y viene por el escenario encerrado en si mismo y su guitarra. Por supuesto totalmente serios, ni una sonrisa ni un amago. Sonaron muy bien y nos demostraron lo grandes que son como músicos. El espectáculo comenzó muy muy tranquilo y poco a poco fue subiendo de tono a cargo de John que parecía cada vez más centrado en su guitarra y los sonidos que arrancaba de ella, hasta llegar a un apoteósico final lleno de energía en el que parecía que sostenía una auténtica pelea con la guitarra, arrancándole gemidos increíbles llenos de rabia, al igual que sus movimientos, dejando a todo el pabellón con la boca abierta y ganándose un caluroso aplauso de despedida. El set list de Agalloch fue:

Limbs

Ghosts of the Midwinter Fires

Falling Snow

Of Stone, Wind, and Pillor

Our Fortress is Burning... I

Our Fortress is Burning... II:

Bloodbirds

Akphaezya: Y después del buen sabor de boca que nos quedó con Agalloch, siento mucho tener que decir que Akphaezya fue un jarro de agua fría. Un caos de música y de actuación. Realmente no sabes qué estás escuchando si un intento fallido de pop, un intento fallido de blues, o un intento fallido de algo medianamente cercano al metal, o una mala mezcla de todo. Escucharlos en grabación ya es un caos, pero en directo es directamente una locura. La cantante ataviada con unos vaqueros anchos y un vestido por encima intentaba reproducir en directo las extrañas progresiones voces y gritos que hace en grabación, que bueno, guste o no guste, por lo menos tiene algo de musicalidad, pero en directo, se quedaba en otro intento fallido más. Para mi gusto cantaba francamente mal. Y la puesta en escena, nada. Salen, tocan, la cantante habla algo, y poco más. En fin, que me voy a ver a Cryptopsy….

Cryptopsy: Otro de los platos fuertes de la noche, los canadienses Cryptosy, con la presencia de su espectacular vocalista, Matt McGachy y todavía más espectacular melena rubia, que gustó sobre todo al personal femenino.

Retrocedimos unos años en nuestra discografía y estuvimos ante una avalancha de sonido Death Metal, con partes más técnicas, pero con un sonido totalmente clásico. Comenzaron con un tema más actual como "Two-Pound Torch", pero por lo que se vio tenían muy fácil conquistar al público portugués, que rápidamente se rindió a los Cryptosy.

No creo que contasen con el sonido adecuado y ni mucho menos el mejor de la noche, ya que la voz de Matt McGachy no sonó muy convincente y por momentos sonaba demasiado confusa. En cualquier caso, los de Montreal ofrecieron un show brutal, con unas guitarras descomunales y con un público que desde la primera canción no paró de subirse al escenario para lanzarse, hacer pogos, circles,…. Todo un fiestón."Graves of the Fathers" fue otro de los cortes que levantó la locura y las subidas para lanzarse desde el escenario. El propio Matt McGachy acabó lanzándose al público y poniendo el micro a la gente para que cantase con el.

Un set brutal, pero que se hizo algo largo y poco variado al final. Poco importó, ya que la gente lo disfrutó de forma brutal.

El set list de Cryptosy fue:

Two-Pound Torch

Benedictine Convulsions

Emaciate

Worship Your Demons

White Worms

Graves of the Fathers

Shag Harbour's Visitors

Cold Hate, Warm Blood

Blasphemy Made Flesh Medley

Slit Your Guts

The Golden Square Mile

Phobophile

Vulvectomy: Nuestra jornada de conciertos iba a cerrarse en el escenario dos, con la actuación de los italianos Vulvectomy, que tras el ataque frontal de los canadienses Cryptosy, lograron continuar con la fiesta creada anteriormente.Lo primero que nos llamó la atención fue la ausencia del batería, que no existía y utilizaban un sonido grabado de la caja de ritmos, lo cual tiene su mérito para adaptar la velocidad de la banda.

Se definen como Brutal Slam Death Metal y si es cierto, ya que su música es brutal, con un vocalista como Diego Faneli que puso todo su interés en hacer mover a la gente y proseguir con los pogos y saltos desde el escenario.El concierto fue un tanto decayendo, por su actitud un tanto pasiva y que parecía que no iba el concierto con ellos, a pesar que la gente seguía moviéndose y más con el cierto clamor con el que acabaron vitoreando la camiseta de fútbol que llevaba su guitarrista.

Un final de fiesta brutal, pero donde había esperado algo más.

Este día cayeron Antacus y lamentablemente Malignant tomour, por lo que el orden de actuación se cambió, publicando el nuevo en el tablón de anuncios.

Zombiefication: Comenzamos el tercer y último día con los mexicanos Zombiefication en el escenario pequeño. Hacen una mezcla de thrash, death y black… que no se muy bien cómo definirlos. En sus temas te puedes encontrar riffs totalmente Thrashers mezclados con voces black y ritmos de batería pesados y lentos, y otras veces encontrarás la rapidez y tralla propias del death metal. Con una bandera de su país clavada en primera fila en medio del escenario nos abrieron la tarde, bueno, bastante bien. No son muy buenos pero se escuchan bien y no paran de moverse en el escenario.

Dead beyond buried: Death metal inglés. Otros que suenan bien, se les puede escuchar con ganas pero que no ofrecen nada especial, nada nuevo. Riffs y ritmos muy básicos. Nada de originalidad. En cuanto a la puesta en escena, lo intentan, pero no se lo creen. Tal vez nerviosos, a pesar de llevar en el tema 12 años se les ve muy faltos de tablas. Es gracioso ver intentar greñear a los que no tienen greñas. Los movimientos de cabeza al ritmo de la música metal se inventaron para mover las greñas.

Piraña: Estos mexicanos nos mostraron un thrash metal rápido al grito de ¡Buenas noches Barroselas, somos Piraña de México! Y también con su bandera puesta a un lado de la batería. Su sonido es clásico, recordando a los grandes mitos thrasher de los 80, pero con algo menos de calidad. Los músicos se movían bastante por el escenario. El cantante llamaba la atención del público gritando ¡Portugal! La gente contenta con ellos, aplaudiendo y animando, esta banda consiguió meterse al público en el bolsillo.

Heavenwood: Estos portugueses bastante simpáticos en el escenario hacen una música muy muy rockera. Sin embargo las voces son más bien doom. Lo cierto es que la mezcla queda muy bien ofreciendo una música muy dinámica y quedona enriquecida con la profundidad de las voces cavernosas e infernales. La pena que fueron un poco sosos sobre el escenario y no supieron ganarse bien al público, más centrados en la música que en conectar. Pero en general a mi me gustaron mucho.

Balmog: Black metal español, concretamente gallego, oscuro y tremendo. Genial empezó el cantante de esta banda haciéndose amigo del público con un magnífico insulto, cabrones creo que fue, escupido por encima de nuestras cabezas como si hubiese preferido tocar a solas. El batería es una fiera, rapidísimo y preciso y con ritmos complicados. La guitarra tampoco está mal, tiene progresiones bastante interesantes y agudas, aunque la mayor parte del tiempo nos ofrece la rapidez sin tono propia del black metal mediocre, ese que hacen todos los que no se hacen famosos. La voz queda también muy mediocre totalmente falta de calidad, de modulación y de dominio con un intento de hacer una voz cavernosa como debe ser, pero que no pasa mas allá de la garganta, aun le falta mucho camino para llegar a las profundidades del abismo. Y en cuanto grita o cambia de tono se le asoma su voz normal y no debería. Como puesta en escena nada interesante. El bajista es el que más caña le mete moviéndose todo el rato, y el cantante-guitarrista como va de niño malo pues pasa de todo el mundo. Conexión con el público cero. Sin embargo en general no estuvieron mal y no fue una mala banda para escuchar. Si no destripas mucho lo que estás escuchando hasta te puede gustar.

Secrets of the moon: Esta vez nos vamos a Alemania de la mano de esta banda que nos presenta el black metal que se hace por esas tierras. Ritmos muy lentos en las guitarras tras las que se escucha una batería rápida y ágil. La voz es más propia de una banda de thrash metal que de una banda de black metal. Ambiente oscuro sobre el escenario, poco movimiento y falta de comunicación con el público fue la tónica de este concierto que no consiguió meterse a la gente en el bolsillo.

Manilla Road: Por fin tocó el turno a uno de los platos fuertes de la noche. Manilla Road venidos directamente de Estados Unidos con una larga carrera a sus espaldas desde su formación en los años 70. Estos veteranos ya tienen tablas y lo saben demostrar. Entraron con los brazos en alto saludando al personal al grito de Hello Portugal para comenzar inmediatamente con su primer tema. Ritmos metal stoner propios de la época de la que proceden con un buen sonido y una buena ejecución. No hubo un gran espectáculo pero sí una puesta en escena dinámica y enérgica que se ganó al público inmediatamente. Mucha gente entre el público coreaba sus canciones. El señor Shelton, nos deleitó con una pequeña exhibición poniéndose la guitarra en la nuca y tocándola en esta posición. Tanto él como el cantante hablaron al público en varias ocasiones entre canción y canción diciendo lo contentos que estaban de estar allí y lo especial que era para ellos esa noche. A mitad de concierto presentaron a los músicos y también nos regalaron solos muy precisos, no muy largos y sobre todo muy musicales, buenos. Tocaron algunos de sus éxitos tales como “Stand your Ground”, “Divine Victim” y “Cage of Mirrors” que fue uno de los puntos más calientes del concierto. En conclusión, muy buenos y mucho gusto verles en directo.

Black Bombaim: Estos chavales portugueses hacen una especie de música que podría ser algo así como un progresivo con aires setenteros. Otro grupo para añadir al repertorio de los que salen y no dicen ni mu, se ponen a tocar como si estuvieran en su local de ensayo y pasan de la gente olímpicamente. Es un sonido extraño, bastante difícil de catalogar. Me recuerda un poco a ciertas partes del lonesome crow de Scorpions. Así un tanto experimental. Si te gusta ese tipo de música no lo hacen nada mal. Algún rato suenan a jazz. Y como he apuntado anteriormente puesta en escena totalmente plana. Es todo instrumental, no cantan. Nada más que decir porque no pasó nada en el escenario.

Possessed: Se quedó a oscuras el escenario, símbolo inequívoco de que Possessed iban a comenzar, y el pabellón se caía en gritos y pitidos de alegría. Y ya mientras sonaba “Beyond the gates” como música de fondo salían los músicos recibiendo aplausos y ovaciones. El último en salir fue Jeff Becerra. Y sin más comenzó el show con la música demoledora de esta gran banda norteamericana de death metal. Ya conocéis esos solos de guitarra ultra rápidos y complicados que se gastan. Rompieron filas con “The Heretic” y entre esta y “the eyes of horror” saludaron al personal con alegría y simpatía. Y a partir de ahí todo fue una fiesta. Jeff tuvo en todo momento una gran sonrisa de satisfacción en la cara y se dirigía al público constantemente pidiendo gritos más altos y preguntando qué tal lo estaban pasando. Y el público totalmente volcado disfrutando y montándola. Jeff dijo que no había estado allí antes pero que esto era jodidamente demente y dio las gracias en portugués. Gente subiéndose al escenario para tirarse en plancha fue constante durante todo el show. Alguno de los que subió corrió a chocar la mano con Jeff, que lo hizo encantado. Los músicos de aquí para allá sin parar de moverse y de mover las melenas. La música a un ritmo endiablado.

Este fue su setlist:

Intro-The Heretic

The eyes of horror

Swings of the axe

Intro-Pentagram

Fallen Angel

Satan’s Curse

Evil warriors

Seance

The crimson spike

Storm in my mind

Intro-The exorcist

Seven churches

Twisted minds

Death metal

SDC: Continuamos con el brutal death grind francés a cargo de SDC, para que no decaiga el ritmo. Lo hicieron muy bien. El batería está hecho un fiera, y el resto de los músicos también en su estilo brutal lo hicieron muy bien. No pararon de moverse y saltar sobre el escenario todo el tiempo, y bajo el escenario también se montó fiesta. En Barroselas las fiestas gordas se montan con el death y el brutal death formando unos circle pits bastante brutos y divertidos. Apenas hablaron más que para decir el nombre de la siguiente canción que iba a caer. Si que dijo algo a mitad de concierto y le dio la mano a gente de la primera fila durante un momento. Y ya hacia el final dio las gracias a toda la gente que se había volcado en ellos. Acabaron aplaudiendo al público y acercándose al borde del escenario a darles la mano, todos los músicos.

Fin de fiesta: Con la caída de cartel de Malignant Tumour, la organización del concierto nos tenía preparada una sorpresa en su lugar, tal y como rezaba el cartel colgado en el tablón de anuncios. La sorpresa fue una banda punk nacional. El punk que hacían no era tipo Ramones o Sex pilstols, era más bien parecido al español. No tenía mucha calidad pero montaba fiesta. Pero tocaron demasiado tiempo y al final se hicieron pesados. Una grandísima pena la caída de Malignant Tomour en el último momento que la organización no pudo cubrir de mejor manera porque la verdad es que el nivel de lo que nos ofrecieron no hacía justicia al nivel de lo que había caído. Y así acabó este año el festival.

Para terminar quiero decir un par de cosas que quedaron en el tintero. La primera es que el acceso a las instalaciones de SWR es totalmente gratuíto. El abono de la entrada da derecho a acceder a las dos carpas principales, donde está el merchandising oficial, barras de bar (no de comidas) y algo de mercado de discos, ropas y complementos. Pero es libre el acceso a la tercera carpa, al rock café donde se está calentito en las frías noches de Barroselas, a la plaza llena de bancos y mesas y rodeada de puestos de comida y bebida. Esto implica que mucha gente va allí a pasar un fin de semana de marcha sin comprar entrada ni entrar a ver las actuaciones, solamente por la juerga.

La otra cosa es que hace dos años, en las pantallas que custodian el escenario principal, entre las imágenes de la actuacion se iba anunciando de tanto en tanto el nombre de la banda que estaba tocando y el de la siguiente. Eso nos gustó mucho, no solo a mi sino a más gente con la que he hablado. Desde aquí me gustaría animar a la organización para que volviera a hacerlo en posteriores ediciones.

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